Eran las más pequeñas del cuento. Las menos fuertes y quizás las menos valientes. Y por ello, precisamente por ello, fueron las más astutas. ¿Quieres conocer sus aventuras? Pues ven que te las cuento.
¿Alguna vez has oído la expresión te falta un tornillo? ¿Tenemos tornillos, tuercas y piezas en nuestro interior? Seguramente existen respuestas a estas preguntas y todas ellas muy serias. Pero en esta sesión de cuentos no nos ocuparemos de ello, sino que conoceremos divertidas historias de personajes a los que les “falta un tornillo”.
Levantar la cabeza y clasificar nubes. Por formas y por tamaños. Por colores y por altura. Por origen y por destino. Nubes oscuras que llueven, que llueven. Nubes recién nacidas. Nubes en la cabeza y nubes en el corazón. ¿Te subes a «nubegar»?
De los más feroces personajes están hechos muchos cuentos. Pero hay uno que destaca entre todos, todos. Te invitamos a esta función peluda y dientuda, a este encuentro con el cuento feroz.
En los montes de Sierra Morena aullaba el lobo en noches de luna llena. Donde el Mediterráneo abraza al Atlántico había una puerta imaginaria que unía mundos extraños. En el valle del Guadalquivir crecieron pueblos sabios y con ellos sus historias. Ven y te las cuento.
El señor Chaparelli escribió una carta a Enrique Quevedo. Lo único extraño de todo esto esto es que la carta fue escrita en el siglo XXV, o debemos decir será escrita. Lo que sí sabemos es que nos dio constancia de la existencia de ciudades paralelas, presentes y en la mayoría de los casos, futuras, que andan por ahí poniendo cara de normal. Una sesión sobre ciencia ficción ilustrada.
