Pequeños gestos para compartir grandes momentos. En agradecimiento a los autores que donan sus obras a la Biblioteca de Montequinto (Dos Hermanas) para la lectura, consulta y disfrute de los usuarios.
Nuestro agradecimiento a Andrés Cañas Muñoz por la donación a la biblioteca de su libro «Sigue Caminando. Una historia de superación que te inspirará», un libro sencillo y sin filtros, lleno de emociones, que te hará reflexionar sobre tu manera de ver y vivir tu vida. Te ayudará a comprender que eres capaz de afrontar cualquier situación, independientemente de lo dura y difícil que resulte.
«A ti, que estás leyendo. recuerda que no puedes dejar de caminar, porque la vida, siempre te da la oportunidad de darle otro color».
Un hombre sencillo sale a caminar cada mañana con la ilusión de seguir avanzando y alcanzar sus sueños. Hasta que un hecho inesperado le lleva a guardar las zapatillas deportivas y olvidarse a sí mismo.
«Nunca pensé que pudiera sufrir tanto, no fui consciente de mi manera de no actuar, pero ahora puedo verlo desde una perspectiva totalmente distinta y dolorosa».
Cuando experimentamos un a emoción o sentimiento complejo, la vida pierde valor. Descubre como recuperarlo en esta novela llena de sinceridad que no te va a dejar indiferente.
Andrés Cañas Muñoz nació en Arcos de la Frontera, un pueblo de la sierra de Cádiz. Con sólo 14 años tuvo que dejar los estudios para trabajar en una carpintería ya que en su casa había «muchas necesidades». No fue hasta los 22 años, ya casado, cuando decidió sacarse el Graduado escolar.
«Soy una persona inquieta y curiosa, me llama la atención todo lo nuevo. He hecho de todo, he pintado, pues desde pequeño me encantaba aún siendo daltónico, y no sé cuántas cosas más, no pararía de contaros cosas, siempre he sido muy curioso en esta vida, pero siempre en el sentido de crecer personalmente y sobre todo en colaborar y ayudar a los demás. Es algo que me llena, me da vida y me hace sentir bien, tal y como soy».
« Después de la pérdida, muy dolorosa para mí, de mi hermana, un psicólogo me dijo que debería escribir y soltar todo lo que llevaba dentro. Y una noche no me podía dormir, y cogí papel y lápiz y me vacié, no sé de dónde salía tanta agua, fue tan placentero que unos días después lo volví a hacer. Está claro que la motivación en aquellos días y, aún continua siendo, fue por mi hermana, pues después de 13 años la echo muchísimo de menos».
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